¿Cuál es hoy el sentido de pensar, el sentido de debatir, el sentido de dotar de valor a las ideas? ¿Por qué creemos que en un contexto de crisis de los valores y las narrativas en las que hemos sido formados, es necesario volver a vertebrar el espacio público con el sentido de una ética de la palabra?
Desde el Teatro El Círculo de la ciudad de Rosario, provincial de Santa Fe y bajo el título “Hacia una tercera revolución industrial”, disertará Jeremy Rifkin destacado sociólogo y economista, dedicado al análisis del impacto económico, ambiental, social y cultural de las nuevas tecnologías en la economía mundial.
De esta forma el Consejo Federal de Inversiones (CFI) como institución dedicada a promover el desarrollo regional, participativo, inclusivo y sustentable, hace extensiva a todas las provincias esta iniciativa del Gobierno de Santa Fe para fomentar espacios de debate y reflexión colectiva, orientada al fortalecimiento y promoción de instituciones y políticas públicas democráticas.
¿Por qué Jeremy Rifkin?
Dicen que el viejo mundo ya no volverá. Que debemos acostumbrarnos a una sociedad en la que, progresivamente, nuestro esfuerzo físico sea reemplazado por el de las máquinas. Hasta hace pocos años esto parecía parte de un cuento de ciencia ficción. La desaparición del trabajo tal como lo conocimos ya está aquí. Hace años, Jeremy Rifkin, sociólogo y economista estadounidense, alertó sobre este fenómeno. Habló de la Tercera Revolución Industrial y auguró un cambio en la vida de los hombres y mujeres que habitamos este planeta. Hoy, con el desarrollo de la inteligencia artificial y el avance de la tecnificación de la economía, vemos como desaparecen puestos de trabajo y como nuestro modo de vida se altera profundamente.
Los cambios redundan también en las opciones políticas: quienes pierden el trabajo no pueden asumir el proceso como parte de la globalización y se sienten, legítimamente, perdedores. Cuando votan, buscan volver al siglo XX.
Jeremy Rifkin viene a ayudarnos a pensar cómo se modifica nuestra vida, nuestra economía y nuestro mundo con la desaparición progresiva del trabajo. ¿Podemos seguir estructurando los derechos sociales en base a esa actividad en declive? ¿Cómo haremos para garantizar nuestra vida y nuestra existencia sin trabajar? ¿Puede convertirse el trabajo en ocio?
Esta crisis puede suponer, según Rifkin, una oportunidad: la de una economía de la colaboración y del compartir. La de un capitalismo que entrará en declive y será reemplazado por nuevas formas de asociación.
Nota: #CFI
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